La cirugía NO es la única solución para el dolor de espalda crónico

Comparte esta página:

El dolor de espalda crónico es una de las causas más comunes de discapacidad a nivel mundial y una preocupación frecuente en las consultas médicas. A pesar de la persistencia del mito de que la cirugía es la única solución, la ciencia actual muestra que la mayoría de los casos pueden mejorar con tratamientos conservadores no quirúrgicos. En este artículo se presenta la evidencia que desmiente esta creencia errónea y se ofrecen alternativas respaldadas por la investigación.

¿Qué es el dolor de espalda crónico?

Se considera «crónico» cuando el dolor de espalda persiste durante más de 12 semanas, incluso después de haber recibido tratamiento inicial. A menudo, no tiene una causa específica identificable, lo que se denomina “dolor de espalda inespecífico” (Maher et al., 2017). Solo un pequeño porcentaje de los casos (menos del 5%) tienen causas estructurales graves que puedan requerir intervención quirúrgica.

¿Cuándo se recomienda la cirugía?

La cirugía para el dolor de espalda, como la discectomía, la artrodesis (fusión vertebral) o la laminectomía, solo se recomienda en situaciones específicas, tales como:

  • Hernia discal con compresión nerviosa persistente que no mejora tras varios meses.
  • Estenosis espinal con síntomas neurológicos importantes.
  • Inestabilidad vertebral severa.
  • Síndrome de cauda equina (una emergencia médica).

Incluso en estos casos, las guías clínicas sugieren que el tratamiento conservador debe intentarse primero, a menos que haya una indicación quirúrgica urgente (Chou et al., 2009).

¿Qué dice la evidencia científica?

Varios estudios han demostrado que la cirugía no es superior a los tratamientos no quirúrgicos en muchos casos de dolor de espalda crónico. Por ejemplo:

  • El estudio SPORT (Weinstein et al., 2006), uno de los ensayos más grandes sobre dolor lumbar y cirugía, encontró que aunque algunos pacientes con hernia discal lumbar se beneficiaron de la cirugía, los que recibieron tratamiento no quirúrgico también mejoraron con el tiempo, y la diferencia no fue estadísticamente significativa en muchos casos.
  • Un metaanálisis publicado en The BMJ (Oliveira et al., 2018) concluyó que las terapias físicas, el ejercicio y la educación del paciente pueden ser tan efectivas como la cirugía en casos de dolor lumbar crónico sin radiculopatía severa.
  • La American College of Physicians recomienda como primera línea de tratamiento para el dolor lumbar crónico: ejercicio, fisioterapia, manipulación espinal, mindfulness, terapia cognitivo-conductual y medicamentos como antiinflamatorios no esteroideos (ACP Guidelines, 2017).

El papel del tratamiento conservador

El manejo del dolor de espalda crónico requiere un enfoque multidisciplinario. Las estrategias no quirúrgicas incluyen:

  • Ejercicio terapéutico: Mejora la fuerza muscular y la movilidad, y reduce el dolor.
  • Fisioterapia: Adaptada al paciente, con enfoque en educación postural y control motor.
  • Terapias psicológicas: El componente emocional del dolor crónico es clave. La terapia cognitivo-conductual ha mostrado beneficios importantes.
  • Medicamentos: Como analgésicos, relajantes musculares y, en algunos casos seleccionados, antidepresivos.

A pesar de la percepción común, la cirugía no es la única ni la principal solución para el dolor de espalda crónico. La gran mayoría de los casos mejoran con intervenciones no quirúrgicas, especialmente cuando se combinan el ejercicio, la educación del paciente y el abordaje psicológico. La cirugía debe reservarse para casos muy específicos y bien diagnosticados.

Promover el tratamiento conservador no solo evita riesgos quirúrgicos innecesarios, sino que también empodera al paciente a tomar un rol activo en su recuperación.



Referencias

  • Maher, C., Underwood, M., & Buchbinder, R. (2017). Non-specific low back pain. The Lancet, 389(10070), 736-747.
  • Chou, R. et al. (2009). Diagnosis and treatment of low back pain: a joint clinical practice guideline. Annals of Internal Medicine, 151(7), 504–514.
  • Weinstein, J. N., et al. (2006). Surgical vs nonoperative treatment for lumbar disk herniation. JAMA, 296(20), 2441–2450.
  • Oliveira, C. B. et al. (2018). Clinical practice guidelines for the management of non-specific low back pain in primary care: an updated overview. The BMJ, 361:k1000.
  • Qaseem, A. et al. (2017). Noninvasive Treatments for Acute, Subacute, and Chronic Low Back Pain: A Clinical Practice Guideline. Annals of Internal Medicine, 166(7), 514–530.

Últimas noticias